Las ceremonias organizadas para despedir a don Freddy Beras serán recordadas por mucho tiempo. Cientos de miles de dominicanos han desfilado frente a su cuerpo en señal de reconocimiento a su labor de toda una vida, mientras que el resto de la población, millones, han seguido todo el proceso a través de la televisión. De seguro la mayoría querría acompañarlo al cementerio, pero por limitaciones de transporte lo acompañarán por televisión.
Y no es para menos. Don Freddy influía fuertemente en la política, sin ser político. Tenía el carácter de un Secretario de Estado, sin serlo; Su voz era la de un Embajador ante las Naciones Unidas, de un Rector Universitario, de un alto mando militar, de un maestro de escuela, de un ciudadano común, de un filántropo. Cada personaje suyo era de por sí un medio de expresión. El pueblo, aunque a veces parece indiferente, conoce muy bien a cada una de sus personalidades públicas y las reconoce a cada una en su magnitud. Estas imágenes son una muestra:
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